Dentro del estudio, se analizaron 3 sectores claves para la descarbonización: entorno construido, movilidad y sistemas de energía sostenible, con el propósito de identificar las oportunidades de circularización de cada ciudad –para esos sectores– y proponer intervenciones que contribuyan al desarrollo de una economía baja en emisiones de carbono, a la sostenibilidad ambiental y a la calidad de vida de sus habitantes.
En esa línea, Enel, en colaboración con actores públicos, privados, sociedad civil y la academia está elaborando una serie de estudios para contribuir al conocimiento y avance de la economía circular en la región Latinoamericana y sus principales ciudades. Allí, Argentina dio el primer paso con el lanzamiento de su estudio diagnóstico “Economía circular y descarbonización en la Ciudad de Buenos Aires”.
Ciudad de Buenos Aires
La Ciudad gestiona cientos de toneladas de material reciclable al día, proveniente de la separación en origen de los hogares, comercios, industrias, entre otras instituciones.
Hoy, el sector prioritario de la Ciudad en cuanto a estrategias circulares está en el sector de residuos, que se lleva a cabo desde la Subsecretaría de Higiene Urbana como autoridad de competencia de la Ley de basura cero local; analizando las cadenas de valor más relevantes para la ciudad.
Este proyecto va en línea con el Plan de acción climática (energía, transporte y residuos) y la estrategia de economía circular de la Ciudad.
Plan basura cero
Esta iniciativa está orientada a la gestión de residuos urbanos y la eliminación progresiva de los rellenos sanitarios. El proyecto contempla 5 estrategias de innovación: articulación con universidades y promoción de modelos circulares; evitar pérdidas y desperdicios de alimentos en la cadena de valor circular; establecer una lista de criterios de circularidad que puedan incluirse en compras públicas, pero también recomendarse en el sector privado para estimular la transición en la cadena de valor; financiamiento para escalar iniciativas circulares; y generar un Marketplace para comercializar productos de fin de vida de las industrias que puedan servir de insumo para otros ciclos.
A su vez, se destacan 2 casos de escala local. En primer lugar, incentivos para la venta de plástico de bajo valor comercial. Dado que el 16% del material reciclado se rechaza, el proyecto busca incentivos económicos para hacer atractiva su comercialización. Se estima que estos incentivos pueden generar la captación y posterior venta de entre 750 y 3000 toneladas de plásticos al año. Hasta la fecha se han generado acuerdos con 12 cooperativas de recuperadores urbanos.
En segundo lugar, la recolección diferenciada de orgánicos en Barrio Olímpico es una prueba piloto de separación y recolección de residuos orgánicos domiciliarios para su posterior valorización en la planta de tratamientos de residuos orgánicos. El proyecto comenzó con 30 unidades vecinales en un abordaje sistémicamente integrado con participantes, administradores y encargados de limpieza de las unidades.
Un puente de emprendedores
Se trata de un programa que recibe residuos difíciles de reciclar, pero que los emprendedores los reutilizan para elaborar nuevos productos. Generalmente, relacionado a la manufactura textil que crea nuevos objetos como bolsas, juguetes, obras de arte, carteras, ropa de diseño y sustentable.
En resumen, el objetivo de Enel es promover un esquema de economía circular, basado en insumos de materiales y de energía renovables, alargando la vida de los bienes, compartiendo y cerrando ciclos.
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